Nombre: Estación Lota
Autor: Franco del Valle Espinoza
Ubicación: Lota, Región del Biobío, Chile.
Superficie: 6.025 m²
Materialidad: Hormigón armado
Profesor guía: Nicolás Sáez Gutiérrez
Año de proyecto: 2021
Memoria de proyecto
Desde la experiencia previa personal, ligada al desarrollo de una línea de trabajo relacionada al ferrocarril en Chile, nace la propuesta “Estación Lota”, como extensión del Biotren a la comuna, proyecto que está en los planes de la Empresa de los ferrocarriles del Estado para el año 2027 y por el cual ha existido una lucha social para su llegada, debido al mal servicio de transporte que posee la comuna y por los extensos tiempos de traslado a Concepción por la existencia de solo una ruta de acceso (ruta 160).
El proyecto busca revitalizar el transporte por ferrocarril, conectando la relevancia histórica de Lota con la movilidad urbana a través del tren y vinculándolo a la trama urbana como un articulador y contenedor de espacio público relacionado a las actividades adyacentes al lugar.
El lugar escogido es el emplazamiento de la antigua estación de ferrocarriles, sitio que ha sido abandonado, la estación quemada y donde existe un crecimiento irregular de la ciudad, además la vía férrea divide el borde costero de Lota con el centro de la ciudad.
La estación no solo debiera ser una intermodal que articule funcionalmente el traspaso de los viajeros que vienen de Concepción y sus alrededores a Lota y que siguen su tránsito por el Golfo de Arauco (Colcura, Chivilingo, Laraquete, Arauco, etc); el proyecto también debiera enaltecer la experiencia de llegada a Lota, como ciudad histórica y de rica diversidad geográfica y cultural.
El edificio, al igual como lo es la geografía de Lota, se vivencia a partir de niveles, alto y uno bajo más el nivel subterráneo, relacionada con la histórica vida minera en las profundidades del carbón.
Así, el proyecto se transforma en una plataforma que con distintos niveles intenta extender el vínculo del usuario con el lugar y su gente: Desde lo alto, en la torre mirador reconocer el Golfo de Arauco, la presencia del muelle histórico y el Parque de Lota; a media altura, en la terraza cafetería, una experiencia de observación geográfica de la comuna, la cual está rodeada de cerros habitados; a nivel peatonal, con el zócalo andén, articularse con la feria libre de Lota; y en el subsuelo, un espacio para el reconocimiento de su historia y el fomento de su cultura.
El lenguaje del edificio intenta dar protagonismo al “paisaje humano en movimiento” así, los niveles se entendieron como plataformas de circulación y espera configuradas por placas confinadas y estructuradas por una retícula de hormigón armado, logrando salvar grandes luces y proyectando marquesinas, que combinada con un muro cortina, otorgan fluidez espacial al conjunto. El usuario en movimiento y espera puede observar en todas las direcciones y ser parte del tumulto de gente que llena y da vida a la estación.